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Torno Alfarero

Torneta para cerámica

El mundo de la alfarería requiere mucho cuidado y atención a los detalles para que las piezas creadas sean una auténtica maravilla. Si deseas conseguir los mejores acabados, haces bien en invertir en una torneta para cerámica. Es un complemento muy práctico para realizar todos los ajustes que necesites, por muy pequeños que sean.

Y es que cuidar los detalles es lo que hace que una obra tenga un salto cualitativo en calidad. Si te hace falta más precisión, un torneado más pulcro y un manejo más profundo de la cerámica, necesitas una torneta.

En este artículo encontrarás información relevante sobre este artefacto, qué modelo vale la pena elegir y qué debes evaluar antes de comprar una.

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Torneta eléctrica o manual: ¿Cuál es mejor?

Lo primero que hay que decidir a la hora de comprar una torneta es si la quieres eléctrica o manual. Obviamente, una torneta manual es más económica, pero también es cierto que la eléctrica es más sencilla de usar.

No obstante, si vas a darle un uso continuado en el tiempo es buena idea hacerse con una torneta eléctrica. Pero antes de elegir una es importante que te asegures de que se puede graduar la velocidad: recuerda que en función de la velocidad podrás lograr mejores o peores resultados, según sea el caso.

Por otra parte, una torneta manual te permite dar giros mucho más precisos y a la velocidad que consideres más apropiada. Y es que por más que una torneta eléctrica te deje ajustar la velocidad, no será completamente personalizable.

¿Cuál es el diámetro ideal para una torneta de alfarería?

Esta es una de las dudas más frecuentes, especialmente si no tienes mucha experiencia en este mundillo. Lo que es una realidad absoluta es que cuanta más pequeña sea la torneta, más fácil será trabajar en ella. El problema está en que si vas a modelar piezas muy grandes, será un poco incómodo y posiblemente estés limitado.

Por lo tanto, debes elegir dependiendo del uso que le vayas a dar a la torneta y de qué tipo de piezas vayas a colocar en ella. Sea como sea, no está de más comprar una torneta grande, ya que si no llegas a usar la totalidad de su superficie, igualmente te sirve como soporte de otras piezas y herramientas.

Una recomendación básica y genérica es una torneta con un diámetro de 17-18 cm a 25 cm, por lo menos para empezar.

Material de fabricación de la torneta

Antes que nada, vamos a desmentir un mito: no es obligatorio que la torneta sea de madera para favorecer la absorción y el secado. Esto era así hace muchos años atrás, cuando se trabajaba con barros tradicionales. Claro está, si usas barro totalmente natural, sí es apropiado que compres una de madera.

Aun así, la mayoría de las arcillas del mercado están hechas con una combinación de productos que favorecen el secado. Como consecuencia, una de las mejores opciones respecto a materiales de fabricación es el aluminio, un metal resistente y muy ligero, por lo que será fácil transportarla.

Adicionalmente, estos modelos incorporan hendiduras para canalizar el agua, de modo que se evacúa el agua hacia el exterior. De más está decir que el aluminio es un material inoxidable.